Japón está considerado uno de los mejores destinos del mundo para esquiar. En el norte, Hokkaido, Nagano y Niigata son famosas por la calidad de la nieve polvo y el esquí fuera de pista. Desde Tokio, dirígete a las estaciones de esquí locales de los Alpes Septentrionales y la cordillera de Myoko.

Oshogatsu, el año nuevo japonés, es una importante celebración espiritual y supone el mejor momento para visitar los numerosos santuarios y templos. El ambiente, los puestos de comida y los numerosos eventos conforman una maravillosa experiencia invernal, a menudo enmarcada en un mágico telón de fondo de paisajes nevados.

¿Qué mejor lugar para relajarse que unas termas (onsen en japonés)? Suelen encontrarse cerca de montañas y bosques, por lo que será una experiencia inolvidable. Ginzan Onsen, en Yamagata, es un paraíso termal famoso por su encanto y su ambiente nostálgico. La original iluminación de las farolas de gas, especialmente cautivadora por la noche, convierte la zona en un espectáculo fascinante.

Emprende una excursión por la naturaleza y observa la emblemática fauna japonesa en su hábitat natural durante el invierno. Hokkaido es uno de los destinos obligados por sus adorables macacos japoneses, también conocidos como monos de las nieves.

Tal vez pienses que mediados de marzo es la época de floración de los cerezos, pero en realidad ya puedes ver el kawazu-zakura, que es uno de los cerezos en flor de invierno más comunes, en el extremo sur de la península de Izu, en la prefectura de Shizuoka. Disfruta del pintoresco paisaje sin la presencia de bulliciosas multitudes de turistas.

Tómate un respiro del frío y acércate al teatro Kabukiza de Ginza, cuyos orígenes se remontan a 1889. Aprovecha la ocasión para conocer una de las formas artísticas tradicionales más animadas de Japón. Disfruta de su arquitectura clásica y de los espectáculos únicos que allí se celebran.

La cultura japonesa es fascinante. Aprovecha el invierno para hacer actividades de interior y una excursión al templo Chuson-ji, declarado Patrimonio de la Humanidad. En la sala dorada del templo podrás estudiar los tesoros nacionales.

Febrero es un mes de animados festivales que celebran la tradición, la cultura y la belleza del invierno. No te pierdas Hokkaido y el Festival de la nieve de Sapporo, en el que la ciudad se transforma en un paraíso invernal con esculturas de nieve repletas de detalles. ¡Es el lugar perfecto para sacar unas bonitas fotos invernales!

Aunque la llegada de la primavera también es deslumbrante en el norte de Japón, las plantas en flor son las grandes protagonistas en el resto del país. El túnel del jardín de glicinas Kawachi Fujien es impresionante. Por su parte, el parque Hitsujiyama de Saitama, con sus campos rosas y morados de flores shibazakura, es una experiencia que hay que ver para creer.

Si te apetece ir a la playa, mayo es tu última oportunidad antes de que comience la temporada de tifones. Okinawa y la isla de Ishigaki en el sur son excelentes destinos para ello. En ambos lugares podrás disfrutar del sol, la arena y las delicias culturales.

A partir de mediados de mes y durante dos semanas, se celebra en Tokio el torneo de sumo de mayo. Se trata de una competición decisiva para la clasificación de los luchadores. La emoción está garantizada.

La llegada de las temperaturas cálidas en mayo es ideal para practicar kayak. Visita la isla desierta de Iriomote y explora las tranquilas aguas de la isla desde la seguridad y comodidad de tu propio kayak.

El festival Torigoe Matsuri de Tokio tiene fama de ser muy divertido. Trata de encontrar el omikoshi (un templo portátil) de mayor tamaño. Según la creencia popular, llevarlo a hombros da buena suerte. Por ese motivo suelen estar muy concurridos. Las calles están repletas de puestos de comida, dulces y cerveza.

El 13 de junio tiene lugar en Osaka el Festival de Otaue, que celebra la plantación de brotes de arroz. El arroz es uno de los cultivos más importantes de Japón, por lo que en el festival se reproducen fielmente los antiguos rituales sintoístas para obtener una cosecha abundante.

Junio es sin duda un mes que te permitirá evitar a las multitudes para practicar esnórquel y buceo. La prefectura de Okinawa cuenta con más de 150 islas tropicales, situadas entre Taiwán y el territorio principal de Japón. El buceo en la isla de Okinawa, conocida por sus playas de arena blanca, su clima tropical y sus espectaculares arrecifes de coral, es una de las actividades estrella de la visita a esta región.

Shikoku ofrece numerosas opciones recónditas de senderismo de gran belleza paisajística. En esta época del año merece especialmente la pena visitar los evocadores templos de Kakurunji y Tairyuji, caminar por el bosque, seguir los senderos de peregrinación que recorren 88 templos y pasear por las copas de los árboles.

El otoño en Japón es una explosión de color. Para disfrutar de escenarios más coloridos, desplázate a las montañas o a los lagos. Sea cual sea el destino, incluso en la ciudad, el espectáculo está garantizado.

Deléitate con los deliciosos sabores del otoño, ya sea con un suculento sushi o un sustancioso hot pot. Saborea cada bocado en medio del apacible ambiente de los restaurantes locales. Prueba las fragantes setas matsutake en platos tradicionales como el sukiyaki y el nabemono, y degusta la cálida riqueza culinaria de Japón, que tanto contrasta con el clima fresco.

A medida que las noches se van haciendo más largas, aumenta la iluminación de las calles, un impresionante despliegue de luces que es sencillamente asombroso. Para ello puedes visitar Sagamiko, Kanawaga o Nabana no Sato.

Emprende una aventura de senderismo y sumérgete en la grandeza de Kyushu, una experiencia que te dejará sin aliento. Sube al majestuoso monte Aso, un volcán activo con unas vistas sobrecogedoras. Piérdete en un entorno de belleza sobrenatural en la isla de Yakushima, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y hogar de antiguos bosques de cedros. Conoce cascadas ocultas y aventúrate entre maravillas volcánicas.